La Refalosa
Hola muy buenos días a todos
Como les va el dia de hoy?
Espero que se encuentren tan bien como yo me encuentro.
Como tanto nos gusta la poesía, hoy vamos a hablar de una muy conocida y que a mi personalmente me encanta.
LA REFALOSA
La refalosa es una poesía escrita por Ascasubi en 1839 (décimo año del régimen rosista), donde se reproduce la amenaza de un "mazorquero" rosista a un gaucho que es contrario a Rosas, y en ella se comenta cómo eran las torturas utilizadas por esa milicia para lograr, a la fuerza, la adhesión al gobierno.
En “La refalosa” se muestra el placer del victimario…
“¡Que jarana!
nos reímos de buena gana
y muy mucho
de ver que hasta les da chucho”
… y el dolor de la víctima.
“Larga sangre que es un gusto,
y del susto
entra a revolver los ojos”
No es una puesta en escena sino un relato futuro. La primera palabra de la amenaza es “Mirá” (tené en cuenta lo que te va a pasar).
El relato se hace en presente, pero al ser una amenaza, se proyecta en el futuro. La voz de Jacinto Cielo, el destinatario de esta carta-amenaza, está ausente. En cambio, la voz del mazorquero ocupa todo el poema.
El unitario (la víctima) carece de palabra, pero no de voz: grita, llora, clama por los santos, se queja, brinca, se revuelca, revuelve los ojos, saca la lengua, “refala”, se estira, expira. La única frase que se coloca en boca del torturado es: “Viva la Federación”:
“Con que ya ves, Salvajón;
nadita te ha de pasar
después de hacerte gritar
¡Viva la Federación!”
Como les va el dia de hoy?
Espero que se encuentren tan bien como yo me encuentro.
Como tanto nos gusta la poesía, hoy vamos a hablar de una muy conocida y que a mi personalmente me encanta.
LA REFALOSA
En “La refalosa” se muestra el placer del victimario…
“¡Que jarana!
nos reímos de buena gana
y muy mucho
de ver que hasta les da chucho”
… y el dolor de la víctima.
“Larga sangre que es un gusto,
y del susto
entra a revolver los ojos”
Opinión personal
El relato se hace en presente, pero al ser una amenaza, se proyecta en el futuro. La voz de Jacinto Cielo, el destinatario de esta carta-amenaza, está ausente. En cambio, la voz del mazorquero ocupa todo el poema.
El unitario (la víctima) carece de palabra, pero no de voz: grita, llora, clama por los santos, se queja, brinca, se revuelca, revuelve los ojos, saca la lengua, “refala”, se estira, expira. La única frase que se coloca en boca del torturado es: “Viva la Federación”:
“Con que ya ves, Salvajón;
nadita te ha de pasar
después de hacerte gritar
¡Viva la Federación!”
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